Natalie Coughlin, la primera mujer capaz de bajar del minuto
en los 100 metros espalda y ganadora de 12 medallas olímpicas igualando a Jenny
Thompson y a Dara Torres como las únicas mujeres americanas con tantos metales
olímpicos. En JJOO de Pekín 2008 se convirtió en la primera deportista
estadounidense en conseguir 6 medallas en unos mismos juegos y se consagró como
una de las mejores espaldistas de la historia al proclamarse por segunda vez
consecutiva campeona olímpica de 100 metros espalda.
Sus récords en esta distancia solo han sido superados por la
gran Kirsty Coventry y en la locura de los récords del Mundial de Roma 2009
gracias a los bañadores hi-tech. Entre Olimpiadas, Mundiales y Juegos
Pan-Pacíficos cosechó un total de 48 medallas: 21 oros,16 platas y 10 bronces.
Natalie Anne
Coughlin Hall nació el 23 de agosto de 1982 en Vallejo, California, en el seno
de una familia de raices irlandesas y filipinas. Comenzó a nadar a muy temprana
edad y pronto destacó a nivel escolar. Coughlin estudió en la Universidad de
California donde entró a formar parte del equipo universitario de natación a
las órdenes Teri McKeever, los llamados California Golden Bears. Durante
sus tres años como Cal Bear consiguió11
títulos individuales en campeonatos universitarios.
En 2001 acudió a su primer mundial en Fukuoka y se alzó como
campeona mundial en los 100 m espalda, la que sería su prueba fetiche a lo
largo de los años. Además, también obtuvo una plata en los 4x100 estilos y un
bronce el los 50 m espalda. Al año siguiente arrasó en los Campeonatos Pan Pacíficos
de Yokohama cosechando 6 medallas: 4 oros y dos platas.
Con 20 años acudió a los Mundiales de Barcelona como una de
las grandes estrellas del evento con la expectativa de repetir la hazaña de
Yokohama. Sin embargo, todo se tornó en pesadilla cuando mermada por proceso
febril no consiguió ni clasificarse en las preliminares en su prueba predilecta,
los 100 m espalda. Finalmente no consiguió ningún triunfo individual, pero si
logró un oro en el relevo 4x100 libres y una plata en el 4x100 estilos.
El año 2004 era año olímpico y Natalie tenía la oportunidad
de resarcirse de la mala actuación de Barcelona. Esta vez sí hizo valer su condición
de favorita en su prueba y se proclamó campeona olímpica en los 100 m espalda. También
participó en los tres relevos obteniendo un oro en los 4x200 libres y dos platas
en el 4x100 libres y estilos.
El 2005 fue otro año un tanto decepcionante para Coughlin,
ya que volvió a repetir una más que decepcionante participación individual en
el Campeonato Mundial disputado en Montreal, teniendo que conformarse con una
tercera plaza en los 100 m espalda. A este bronce también sumó un oro en los
4x200 libres, una plata en los 4x100 estilos y un bronce en el 4x100 libres.
Por fin en los Mundiales de Melbourne 2007 se resarció de
sus anteriores malas actuaciones mundialísticas. Volvió a sus fueros ganando su
prueba, los 100 m espalda, y marcando además un nuevo record mundial. También
conseguiría un bronce en los 100 m mariposa y volvería a ser clave en los
triunfos del equipo estadounidense en los relevos, que obtuvo dos platas, en
4x100 libres y 4x100 estilos, y revalidó titulo mundial en los 4x200 libres.
El gran momento de su carrera llegó en los JJOO de Pekín
2008 donde fue la gran estrella femenina de la competición consiguiendo 6
medallas. Volvió a repetir éxito y se proclamó por segunda vez consecutiva
campeona olímpica de los 100 espalda, imponiéndose en la final a Kirsty
Coventry, la cuál le había arrebatado en las preliminares el record mundial. Además
consiguió dos bronces, en los 200 estilos y en los 100 m libres, y dos platas y
un bronce en los relevos 4x100 libre, 4x100 estilos y 4x200 libres,
respectivamente.
Tras los Juegos de Pekín, Coughlin se tomó un respiro
deportivo de aproximadamente un año, por lo que no se presentó al Mundial de
Roma 2009. Retornaría en 2010 para afrontar la clasificación a los Campeonatos
Pan Pacíficos de ese mismo año. Volvería a la escena internacional a lo grande,
ya que consiguió 3 orosy un bronce en
dicho evento.
En 2011, ya con 28 años, acudiría a lo que serían su quinto
mundial en Shangai donde el periodo de inactividad y la aparición de nadadoras
más jóvenes le pasaron factura, consiguiendo un único metal a nivel individual.
Éste sería un bronce en los 100 m espalda, en una carrera que lideró hasta los
metros finales, en los cuáles fue rebasada por Zhao Jing y Anastasia Zueva.
Además cosechó un oro en el 4x100 estilos y una plata en el 4x100 libres, pero
se quedó fuera del equipo del 4x200 libres.
Se acercaba el momento de la retirada y, por tanto, los que
serían sus últimos juegos en Londres 2012. Ya en los Trials tuvo que
enfrentarse a una dura competición con la sobresaliente nueva generación de
nadadoras estadounidenses, con figuras de la talla de Missy Franklin, Allison
Schmitt, Claire Donahue, Ariana Kukors, Elizabeth Beisel o Rachel Bootsma.
Finalmente no pudo clasificarse para ninguna prueba individual por lo que
acudió a Londres en calidad de reserva del equipo de relevos. Aún así, en
Londres 2012 conseguiría su decimosegunda medalla olímpica al competir en las
preliminares del 4x 100 libres, aunque no estuvo luego entre las elegidas para
competir en la final.
Coughlin ha sido una de las mejores nadadoras del mundo en
los últimos años, destacando por su gran versatilidad, ya que ha logrado
triunfos importantes en tres estilos: espalda, libre y mariposa. Nadadora de
gran talento, quizás pecó un poco de irregularidad, pero pocos nadadores, y
deportistas en general, han sido capaces de mantenerse en la élite mundial durante
tantos años como lo hizo Coughlin.
La RDA (República Democrática Alemana) un país de apenas 15
millones de habitantes llegaría a ser una superpotencia en el mundo de la
natación, llegando a cotas que jamás se habían visto en este deporte. En su primera participación en los juegos de México ’68
consiguieron la nada despreciable cifra de 6 medallas, en parte facilitada por
la gran tradición de nadadores que ya tenía la Alemania Unificada.
En los años posteriores la natación, al igual que los demás
deportes, sufrieron una evolución en la RDA poco más que “milagrosa”,
cosechando en menos de 20 años un total de 72 medallas en esta disciplina, con boicot
soviético a los Ángeles ’84 mediante. Desde las ya mencionadas 6 medallas en México
’68 pasaron a dominar la natación mundial y el medallero olímpico en Moscú ’80,
que EEUU boicoteó no asistiendo, y en Seúl ’88, con 30 y 28 medallas
respectivamente.
Quizás la figura más visible de esta generación fue Kristin Otto capaz de
ganar seis medallas de oro en los Juegos Olímpicos de Seúl 1988, gesta
comparable con la de Michael Phelps y Mark Spitz, y dejando cronos difícilmente
imaginables antes de la irrupción de Kristin y sus compatriotas.
Otra figura destacable de las llamadas walkyrias fue Kornelia Ender, que
ganó ocho medallas olímpicas, cuatro de ellas de oro en Montreal ’76, y batió
27 récords del mundo, por ejemplo bajando su propio crono de los 100 m libres
casi ¡3 segundos en 3 años!
Para más INRI esta situación inexplicable de éxitos tan
abrumadores para un país tan pequeño era también extensible a los demás
deportes olímpicos. ¿Cómo era posible? la respuesta, como luego se descubriría
con la caída del Muro y la reunificación alemana, era: DOPAJE.
Kornelia Ender
Un dopaje sistemático a nivel estatal de deportistas de
élite, denominado “Dopaje de Estado” orquestado desde las más altas instancias
políticas del gobierno de la RDA, con el único objetivo de ensalzar
internacionalmente las bonanzas del sistema socialista. Los artífices de la
puesta en marcha de esta campaña basada en el uso de agentes dopantes en
el entrenamiento deportivo de alta competición fueron el doctor Manfred
Hoeppner y el ministro de deportes Manfred Ewald. Ambos se encargaban de la
distribución de estas sustancias a los entrenadores que a su vez se la
administraban a los deportistas, en la mayoría de los casos sin su
conocimiento. El uso de estas sustancias unido a un más que exigente método de
entrenamiento fue lo que permitió a la pequeña Alemania Oriental llegar a tales
cotas de excelencia deportiva.
A lo largo de los años estas prácticas han incurrido en
consecuencias altamente negativas para los deportistas que las sufrieron, por
lo que una parte de ellos optó por denunciarlo. Sin embargo, ninguno de los
deportistas más laureados, como la propia Kristin Otto o Kornelia Ender, han
admitido el uso de agentes dopantes. De este modo la nadadora “más grande de
todos los tiempos”, Kristin Otto, muy probablemente fue un producto de
laboratorio.
En cuanto a la natación, la FINA y el COI optaron por la
política de lo pasado pasado está y todos los récords y medallas de estos
deportistas de la RDA quedaron inalterados, en parte ante la falta de pruebas
fehacientes y las pocas ganas de investigar para encontrarlas.
- RÉCORDS MUNDIALES Y SU EVOLUCIÓN POR NADADORES DE LA RDA:
Ian Thorpe, el Thorpedo, el mejor nadador y deportista de la
historia de Australia y en mi opinión, que yo haya visto, el nadador con más
clase y más elegante en el agua. Posiblemente el mejor medio fondista de la historia
dominando la prueba de los 400 libres durante seis años hasta su temprana
retirada, dejando una ristra de récords en la distancia que solo con la ayuda
de los bañadores prohibidos se pudieron “superar”.
Ganó cinco medallas de oro en Juegos Olímpicos, siendo la
mayor marca conseguida por cualquier deportista australiano, y en 2001 se
convirtió en la única persona en ganar seis medallas de oro en un solo Campeonato
Mundial de Natación.
Ian James Thorpe
nació en Millperra, un suburbio a las afueras de Sidney, en el ámbito de una
familia con tradición deportista, ya que su padre Ken fue un gran jugador de
cricket. Thorpe descubrió su preferencia por el elemento del agua cuando, como
medida de rehabilitación, su hermana Christina empezó a ir a la piscina
llevando consigo al pequeño Thorpe de apenas cinco años.
Debido a su gran
constitución desde temprana edad, Thorpe empezó destacar compitiendo con el
equipo de su escuela. Aunque una pequeña alergía al cloro paró su progresión,
pronto llegó a la capitanía del equipo de Nueva Gales del Sur en los
Campeonatos de Escuelas Primarias.
En 1995 inició la educación secundaria en la East Hills Boys
Technology High School cambiando de entrenador para nadar junto a su hermana,
bajo la tutela de Doug Frost. Fue un gran año para la familia, con la selección
de Christina en el equipo nacional para competir en el Campeonato de Natación
Pan Pacific 1995 en Atlanta.
Con tan solo 13 años
consiguió la clasificación para el Campeonato nacional. Su entrenador, Frost,
sabía que Ian no tenía posibilidades realistas de terminar entre los primeros
lugares en ningún evento, aunque de conseguirlo significaría una selección
olímpica a los 13 años y 6 meses de edad; de cualquier modo lo envió para que
ganara experiencia compitiendo contra los mejores nadadores del país.
Para 1997 Thorpe ya sobrepasaba el 1,90 de estatura y los 90
kg. Participó en el Campeonato Australiano en Adelaida siendo un serio
aspirante a la selección australiana para el Campeonato de Natación Pan Pacific
1997 en Fukuoka, Japón. Thorpe ganó el bronce en los 400m libres tras Grant
Hackett y Malcolm Allen, estableciendo un récord personal de 3:53.44 min. Este
tiempo fue un nuevo record juvenil y la primera de innumerables batallas con
Hackett. Con 14 años y 5 meses, Ian se convirtió en el nadador masculino más
joven en ser elegido para el equipo australiano.
Grant Hackett y Ian Thorpe
Por fin Thorpe haría su primera aparición internacional en
el Campeonato Pan Pacific 1997. Ganó su primera medalla internacional en el
relevo 4x200 junto a Michael Klim, Ian
van der Wal y Grant Hackett, quedando por detrás de EEUU. Thorpe se calificó
para su primera final individual a nivel internacional en los 400 metros estilo
libre, remontó del quinto puesto al paso por los 300 hasta ganar plata por
detrás de Hackett. En octubre de 1997, unos días antes de su décimo quinto
cumpleaños, Thorpe compitió en las pruebas de clasificación en Brisbane para el
Campeonato Mundial de Natación de 1998 donde consiguió ser seleccionado para el
Campeonato de Perth, por terminar cuarto y segundo en los 200 y 400 metros,
respectivamente.
La primera aparición de Thorpe en su tierra natal, en el Campeonato
Mundial de Natación de 1998 en Perth, comenzó con su relevo 4 x 200 metros
estilo libre. Formando equipo junto con Michael Klim, Grant Hackett y Daniel
Kowalski se proclamaron campeones
mundiales por delante de Estados Unidos, hecho que no ocurría desde 1956. Su
gran éxito llegaría en los 400m libre donde se impuso, tras una gran remontada,
a su compatriota Grant Hackett proclamándose el campeón mundial más joven
en una prueba individual.
En 1999, Thorpe era ya mundialmente conocido y se acercaban
el Campeonato Pan Pacific que se celebraban en Sidney, por lo que había grandes
expectativas en que pudiera batir los récords del 200 y el 400. Estos
campeonatos se antojarían como el despegue definitivo de la carrera de Thorpe
para convertirse en uno de los mejores nadadores de la historia. En total ganó
4 medallas de oro, en los 200 y 400 libres con sendos récords mundiales,
incluso batió en menos de 24h dos veces el de 200; y en ambos relevos, 4x200 y
4x100, por delante de EEUU. Las expectativas no habían sido cumplidas, sino que
habían sido traspasadas más allá de la imaginación de cualquiera.
Thorpe se había convertido en una bomba mediática:
acusaciones de dopaje, contratos publicitarios multimillonarios, entrevistas,
etc. Uno de esos contratos publicitarios le haría comenzar a llevar el famoso
bañador de cuerpo entero de piel de tiburón, también causa de gran polémica.
Toda esta presión mediática venía agravada, debido a que se acercaban los JJOO
de Sidney donde era el foco de atención, por tratarse de la gran estrella del
equipo olímpico anfitrión.
Llegó el que debía ser el gran momento en la carrera de Thorpe,
los JJOO de Sidney 2000. En las primeras jornadas Thorpe no decepcionó y se
llevó dos oros, uno en el relevo 4x100 libres y otro en su prueba predilecta:
los 400 libres, ambos con récords mundiales. La euforia de ganar al relevo
americano frente a un publico entregado, la carga de competición y la presión mediática,
quizás minaron un poco a Thorpe, que en los 200m libres fue superado por Pieter
van den Hoogenband el cuál superó el récord mundial, en manos del propio
Thorpe, en dos ocasiones (semis y la final). Pese a este varapalo se repuso
obteniendo la victoria en el 4x200, nuevamente por delante de EEUU, y con una
plata en el relevo 4x100 estilos.
La actuación brillante de Thorpe en sus juegos, quedó un
poco empañada por su mala participación en los 200m libres perdiendo el récord
mundial frente a Van den Hoogenband. Se presentó al Mundial de Fukuoka de 2001
y se resarció a lo grande completando la mejor participación en un mundial en
la historia cosechando 6 victorias y 4 récords mundiales. En los 200 libres
superó esta vez a Van den Hoogenband y recuperó el récord mundial. Además ganó
los 400 con récord mundial, los 800, los 4x100 libres, los 4x100 estilos y los
4x200 libres también con marca mundial.
En 2002, aumentó su palmarés con 6 oros y una plata en los
Juegos de la Commonwealth
y 5 oros y dos platas en los Campeonatos Pan Pacíficos. En este tiempo su
relación con su entrenador Frost se había enfriado, ya que este le exigía más
mentalidad competida pero Thorpe siempre defendió que no competía para ganar
sino porque se divertía haciéndolo. Finalmente ese mismo año rompería con Frost
de forma amistosa, en palabras de Thorpe, para irse con uno de sus asistentes, Tracey
Menzies.
A partir del cambio de entrenador Thorpe decidió dedicar sus esfuerzos
a las pruebas más corta dejando de lado los 800. Sus tiempos empeoraron y
empezaron a llover las críticas tanto a él como a su entrenador. En 2003 se
presentó a los Mundiales de Barcelona y cosechó 3 oros, una plata y un bronce,
pero estuvo muy lejos de sus mejores tiempos, lo que hizo aumentar las críticas
hacia él y su poca motivación competitiva.
Descalificación de Thorpe en los Trials australianos
En 2004, se avecinaban los JJOO de Atenas y con ello la aparición en
escena de una joven promesa que había arrasado en los Mundiales de Barcelona:
Michael Phelps. De cara a los juegos, Thorpe acudió a los clasificatorios australianos
donde se clasifico ganando para los 100 y 200 libres. Este evento saltaría a la
cabezera mundial por otro motivo, ya que en la prueba de los 400m libres antes
de dar la salida Thorpe perdió el equilibrio y quedo descalificado, y por tanto
no podría defender su titulo olímpico en su prueba predilecta. Este hecho montó
un revuelo nacional e internacional hasta tal punto que el primer ministro
australiano lo tachó de tragedia nacional. Finalmente frente a la presión
mediática se conseguiría hacer una excepción y Thorpe pudo defender su titulo
en 400m.
Finalmente llegaron los JJOO de Atenas bajo la sombra de un MichaelPhelps que intentaría optar a superar el récord de 7 medallas olímpicas en unos
mismos juegos de Mark Spitz. A Thorpe poco le importaba este récord que él
potencialmente a lo largo de su carrera había estado en condiciones de
conseguir, pero nunca intento. La atención mediática se centraba en lo que
tenía visos de convertirse en un enfrentamiento histórico entre dos figuras como
Thorpe y Phelps en los 200 libres. Antes de eso Thorpe se volvió a coronar como
campeón olímpico en los 400m libres superando por enésima vez en su carrera a
su compatriota Grant Hackett.
Por fin llegó el
posiblemente gran momento de todos los juegos, la final de los 200m libres,
donde Thorpe no perdonó y se impuso por delante del menos mediático Pieter
van den Hoogenband y del propio Michael Phelps que obtuvo el bronce, pese a la
recomendación de su entrenador de no presentarse por no encontrase en condiciones
óptimas. A su victoria en los 200 y 400, Thorpe sumaría un bronce el 100 libre
y una plata en los 4x200 libres, esta vez por detrás de EEUU.
Tras los juegos Thorpe optó por tomarse un respiro y
abandonó la competición, con intención de volver después de un año de
transición. Finalmente este respiro sería permanente cuando en noviembre de
2006 anunció su retirada de las piscinas por falta de motivación y expectativas
competitivas, poniendo fin a su carrera con tan solo 24 años.
Después de su retirada mantuvo una vida muy mediática,
participando en campañas, causas benéficas, montando una fundación a favor de
la juventud y actividades publicitarias de todo tipo.
En 2011 con 29 años y tras 5 años inactivo hizo un intento
de volver para los JJOO de Londres 2012, pero en los Trials australianos no
consiguió clasificarse para ninguna prueba de cara a Londres.
En definitiva, Thorpe era el nadador con mejores condiciones
y características que posiblemente haya existido, capaz de desarrollar la
técnica de nado más perfecta, a la par que elegante, que se haya visto en la
historia de la natación. Pura perfección que le llevó a dejar cronos
estratosféricos y llevar la natación a un nivel superior sirviendo de ejemplo a
seguir para la generación que le sucedió, el propio Michal Phelps le
idolatraba. Solo su falta de ese gen competitivo, le impidió alcanzar cotas que
difícilmente nadie hubiera podido superar en muchos muchos años, ese gen
competitivo que sí tuvo Phelps para convertirse en el mejor nadador de la
historia.
Uno de los hitos más importante del deporte español en unos
juegos. La medalla de oro de Atlanta ’96 fue la cumbre de una generación que
venía de ser subcampeona olímpica en Barcelona ’92 y dos subcampeonatos
mundiales en Perth ’91 y Roma ’94.
Figuras como Manel Estiarte o el desparecido Jesús Rollán, fueron
los máximos exponentes de un equipo que se alzó en lo más alto del deporte del
waterpolo.
Una generación surgida casi por generación espontánea, casi
en su totalidad a la vera del Club Natación Sabadell, cuyo objetivo era hacer
un papel importante en las olimpiadas de Barcelona. El primer logro se
consiguió un año antes en el Mundial de Perth ’91, donde se alzó con la medalla
de plata, perdiendo en la final con la potente Yugoslavia. Las miradas ajenas a
un deporte tan minoritario en España como el waterpolo, empezaron a posarse
en un equipo que podría dar una alegría en las olimpiadas de casa.
En Barcelona ’92, el combinado español se presentó en la
final contra una potencia histórica en este deporte como era Italia. España no
logró hacerse con el oro tras perder el partido por un solo gol de diferencia.
Esta meritoria selección surgida de la nada ahora se sentía en la obligación de
hacer algo más e intentar llegar a lo más alto. En el Mundial de Roma ’94, otra
vez se quedaron a un paso de lograr la ansiada presea dorada, otra vez ante su
bestia negra Italia.
Llegaron las olimpiadas de Atlanta ’96 y el equipo español,
que en los campeonatos europeos nunca daba la talla pero que se crecía en las
grandes competiciones mundiales, esperaba resarcirse por fin con un primer
puesto. Las cosas empezaron bastante regular con un tercer puesto en el grupo
lo que le deparó un duro cruce de cuartos contra EEUU. Logró imponerse por un
gol y le esperaba la potencia del waterpolo por excelencia: Hungría. Se produjo
la sorpresa en ambas semifinales y España y Croacia se impusieron a las
favoritas Hungría e Italia que venían de no haber perdido ni un solo partido.
Por fin llegó el momento de llegar a lo más alto con su
bestia negra fuera de escena y contra una selección croata mucho más asequible,
aunque provenía de una gran tradición yugoslava. España se impuso por 7-5 y se
alzó con el título olímpico, que hasta la fecha es la mayor hazaña de España en
deportes acuáticos junto al oro de Martín Zubero en Barcelona ’92, ya que son
las únicas dos medallas de oro olímpicas en deportes FINA.
A partir de ahí se ganaron dos mundiales consecutivos en Perth
’98 y Fukuoka 2001, mientras que poco a poco los jugadores de esta gloriosa
generación iban dejando paso a los jugadores jóvenes, que venían por detrás y
que habían crecido viendo las victorias de ese equipo.
TORNEO OLÍMPICO ATLANTA 1996
El waterpoloen
los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 se llevó a cabo entre el 20 y el 28
de julio de 1996, en el Georgia Tech Aquatic Center de Atlanta (Estados Unidos).
Sólo hubo una prueba en categoría masculina, con 12 selecciones disputándose
las medallas.
Krisztina Egerszegi, nadadora húngara, que aún no siendo muy conocida
para el gran público, obtuvo nada más y nada menos que 7 medallas olímpicas, 5
de ellas de oro. Especialista en estilos y espalda, es posiblemente una de las
mejores nadadoras de la historia, aunque mediáticamente no se le haya dado la
importancia que se merecía, muy posiblemente por no ser nadadora de una de las
grandes potencias económicas, como EEUU o Australia, que cuentan con una gran
industria de marketing de sus deportistas.
Krisztina fue un caso
extraordinario de precocidad deportiva. Empezó a nadar con apenas 4 años en el
Club Spartacus en su ciudad natal, y muy pronto sus entrenadores se dieron
cuenta de que estaban ante una deportista de cualidades extraordinarias.
Con 12 años empezó a trabajar con
Laszlo Kiss, el que sería su entrenador a lo largo de toda su carrera
deportiva, muy conocido por sus métodos innovadores, como: entrenar en una
calle más estrecha de lo normal para así mejorar el movimiento de rotación de
los brazos o hacerla nadar espalda con un vaso de agua en la frente.
Podio 200m espalda Seúl '88
Su primera competición importante
fueron los Campeonatos de Europa de 1987, cuando solo tenía 13 años, y aunque
no ganó ninguna medalla, se metió en las finales de dos pruebas. Sus inicios
deportivos fueron bastante difíciles, en cuanto a que le tocó vivir una época
en la que Alemania Oriental dominaba la natación femenina gracias, como luego
se descubriría, al dopaje sistemático de sus nadadoras.
Con tan solo 14 años disputaría los
Juegos Olímpicos de Seúl 1988, donde consiguió hacerse con la medalla de oro en
los 200 m espalda, y con la de plata en la prueba de 100 m espalda, donde solo
fue superada por la alemana Kristin Otto. Con esto Krisztina se convertía en la
deportista más joven que ganaba una medalla de oro en unos Juegos Olímpicos.
Además, aún a su temprana edad y sus 45 kg de peso, supo enfrentarse a las
poderosas representantes de Alemania Oriental, mucho más expertas y
corpulentas, cuya máxima representante era la propia Kristin Otto, la que sería
gran estrella de los Juegos con seis medallas de oro. El equipo de Alemania
Oriental acabaría esos juegos con un total de 28 medallas olímpicas, superando
por primera vez a EEUU desde hace más de 30 años, exceptuando Moscú 1980 donde
EEUU no acudió.
Krisztina Egerszegi nadando espalda Atlanta '96
En los años posteriores, con la
desaparición de la Alemania Oriental, ya nadie pudo con la nadadora húngara,
más madura física y técnicamente. En los Campeonatos del Mundo de Perth 1991,
ganó dos medallas de oro en 100 y 200 m espalda. En ese mismo año durante el
verano se disputaron en Atenas los Campeonatos de Europa, donde no solo venció
en 100 y 200 m espalda, sino que en ambas pruebas estableció sendos récords del
mundo. Para rematar su brillante actuación en estos campeonatos, ganó un tercer
oro en los 400 m estilos. Su récord de 200 m espalda de 2.06,62 fue tan
descomunal que permaneció durante casi 20 años hasta que Kirsty Coventry lo
superó en 2008.
El culmen de su carrera llegó en
los Juegos de Barcelona ’92 donde logró 3 medallas de oro en 100 y 200 m
espalda y en 400 m estilos, convirtiéndose en la cuarta nadadora en la historia
que conseguía la hazaña de tres oros en pruebas individuales en unos Juegos,
tras Debbie Meyer, Janet Evans y, su rival en Seúl ’88, Kristin Otto. Al año siguiente en los Europeos
de Sheffield 1993 siguió su proyección estelar y sumó otras cuatro medallas de
oro más a su gran palmarés. En los Campeonatos Mundiales de Roma 1994 sufrió la
primera decepción de su imparable carrera, pues fue batida en su mejor prueba,
los 200 m espalda, por una semidesconocida china llamada He Cihong, teniendo
que conformarse con la segunda plaza. Este traspié no le impidió colgarse dos
medallas más de oro en los Europeos de 1995 disputados en Viena.
Pasado ya un ciclo olímpico desde
su gran gesta en Barcelona ’92 se presentó a los que serían sus últimos juegos,
con la incógnita de cómo iba a responder esta vez. Lo hizo de la mejor manera
posible, ganando la medalla de oro en su prueba favorita, los 200 m espalda, por
tercera vez consecutiva y un bronce en los 400 m estilos. Antes que ella solo
una nadadora había ganado tres veces la misma prueba en tres Juegos distintos,
la legendaria australiana Dawn Fraser, que fue oro en los 100 m libres en 1956,
1960 y 1964.
Tras su retirada disfrutó del
merecido descanso tras años de privaciones y agotadores entrenamientos. Puso un
restaurante en su Budapest natal, y actualmente está casada y es madre de tres
hijos. Krisztina Egerszegi aunque fue y es poco conocida fuera de su país, allí
la adoran y es un símbolo del deporte nacional. La discreción con la que
siempre llevó su vida y su carrera hace que pese a su impresionante palmarés,
que la convierte con seguridad en la mejor nadadora mundial de los últimos 20
años, no tenga el reconocimiento de otras estrellas de la natación menos
dotadas pero que han explotado mejor su imagen a nivel publicitario. El Comité
Olímpico Internacional le reconoció su carrera deportiva en 2001 otorgándole su
máxima distinción, la Orden Olímpica de Oro.
The “Blood in the Water” match, como lo acabaría bautizando
la prensa, pasa por ser el partido de waterpolo más famoso de la historia. Esto
no se debe tanto a la importancia del choque en sí, que enfrentaba a unas de las mejores
potencias de este deporte en ese momento, sino por el simbolismo del mismo en
el contexto histórico en el que sucedió.
Estatua de Stalin derribada durante la Revolución Húngara
El partido enfrentó a la selección húngara contra la URSS en
los Juegos Olímpicos de 1956, en Melbourne, con el transfondo de la Revolución Húngara. El 23 de octubre de ese mismo año una pequeña manifestación de
estudiantes de la Universidad de Tecnología y Economía de Budapest se había
convertido en un auténtico levantamiento contra el gobierno de Budapest, bajo
el control de la Unión Soviética. Durante varios días pareció que Hungría
podría librarse del control de la URSS. Sin embargo, el 1 de noviembre los
tanques soviéticos comenzaron a moverse en Hungría, y pronto gracias a una cruenta
estrategia armada combinada de ataques aéreos, bombardeos de artillería y
acciones coordinadas de tanques e infantería, consiguieron sofocar el
levantamiento.
Durante el levantamiento la selección húngara se encontraba
concentrada en un enclave montañoso cercano a Budapest preparándose para la
cita olímpica. Desde allí pudieron escuchar los sonidos de artillería y de los
bombardeos que estaba sufriendo la ciudad, sin saber muy bien el estado de la
situación. Para evitar verse envueltos en el conflicto se decidió trasladarlos
fuera del país, para desde allí viajar posteriormente a Melbourne, donde se enterarían
de la verdadera gravedad de los hechos ocurridos.
Ahora para el cuadro húngaro el ganar el titulo olímpico
significaba una pequeña forma de restaurar algo del orgullo patrio, cosa que
tomaría aún mas simbolismo cuando habiendo llegado a la semifinal, el contrincante
sería la propia URSS. Por otro lado, en el marco deportivo, había una sensación
de expolio deportivo, ya que las tácticas y métodos que habían encumbrado a la
selección húngara fueron copiados por sus invasores soviéticos.
La semifinal se celebró ante una multitud animada por
exiliados húngaros, además la comunidad internacional era consciente de la
brutalidad de la respuesta soviética al levantamiento por lo que apoyaba
abiertamente a la selección húngara.
El partido comenzó caliente desde el principio, muy físico,
con intercambio de patadas y puñetazos. Los húngaros que desde pequeños habían
sido obligados a aprender ruso, utilizaron este hecho para insultar e increpar
a los soviéticos en su propio idioma como táctica de desestabilización, lo que
solo consiguió caldear más el ambiente. El combinado húngaro era claramente
superior y llegados los minutos finales dominaba claramente en el marcador con
un contundente 4-0.
El jugador estrella Ervin Zádor había marcado dos goles para
la alegría de la multitud, lo que acabo por sacar de quicio a su marcador, Valentin Prokopov. Aprovechando las quejas de Zádor al árbitro, por no utilizar el
silbato tanto como debiera, Prokopov fuera de sí le propinó un golpe que le
causó una gran brecha. En esos momento el choque casi tocaba a su fin, y a
falta de poco menos de dos minutos, Zádor tuvo que salir del agua para ser
atendido por la gran cantidad de sangre que emanaba de su ojo. Zádor sabía,
para su desesperación, que no podría jugar la final que tanto deseaba.
La multitud, con gran presencia de húngaros, entró en cólera
tras ver la violencia de la acción y obligó a la policía australiana a
intervenir ante los intentos de invadir la zona de banquillos. El equipo soviético
tuvo que ser escoltado hasta los vestuarios y el partido finalmente tuvo que
ser suspendido a falta de un minuto con la victoria de Hungría por 4 goles a 0.
Las imágenes de Zádor con el ojo bañado en sangre
recorrieron el mundo entero y fueron utilizadas como propaganda política en
contra del comunismo por los países del eje capitalista, llevando a
exageraciones tales como: the “Blood in the water Match”, “Blood Bath of
Melbourne” o que decir que el agua se volvió roja.
Con todo este ambiente de euforia nacional el equipo húngaro
se presentó a la final contra la potente Yugoslavia y acabo ganando el partido
con un 2-1, proclamándose finalmente campeona olímpica.En la ceremonia de medallas el mismísimo Zádor
rompió a llorar, esta vez sus ojos se bañaron en lágrimas. “Lloraba por Hungría
porque sabía que no volvería a casa” declaró.
Tras los juegos más de la mitad de la delegación húngara
pidió exilio político, entre ellos Zádor, para no regresar a la Hungría ocupada.
En 2006 para el 50 aniversario de la Revolución Húngara se
estrenó “Freedom’s Fury”, un documental que cuenta estos hechos. La película es
narrada por Mark Spitz y además reúne a los supervivientes de dicho partido. En
ella participaron Quentin Tarantino y Lucy Liu como co-productores ejecutivos,
ya que en palabras del propio Tarantino: “Es la mejor historia que jamás me han
contado”.